07 octubre, 2011

de estrenos y buenos deseos

Vamos a empezar por el principio. Por aquello que escribí alguna vez para describirme. Porque sí, esta de aquí abajo soy yo.

No me gusta el fútbol. Nunca me ha gustado (y se que esta mal decirlo por estas fechas). A cambio, sé perfectamente lo que es un fuera de juego.

Tengo una cicatriz en el párpado izquierdo, justo a ras de pestañas, justo al lado del lunar que siempre confundo con un pegote de rimel

Cuando escribo a mano, escribo en mayúsculas por definición. Si escribo a máquina, todo va en minúsculas. Escribir en alemán es una lucha constante con mi cerebro.

Siempre (o casi) tengo la nariz helada y en invierno los pies se me convierten en cubitos de hielo.

Adoro recibir cartas, postales o cualquier otra chorrada siempre y cuando venga por correo, pero soy un desastre para mandar postales de navidad o cumpleaños.

Soy incapaz de llorar y punto. O lloro y me río, o lloro y me caigo o lloro y duermo.

No tengo equilibrio ni sentido del espacio corporal, así que vivo en un continuo moratón.

He jugado al voley, he sido árbitro y he colaborado en la liga Mundial. Me he dejado la garganta animando cada fin de semana durante cinco años. Nunca fui muy buena, y creo que nunca me sentí parte del equipo.

Se me dan bien las manualidades, pero odio (con todas mis fuerzas) hacer maquetas.

Nunca sabré por qué estudio arquitectura o por qué me gusta, pero no podría hacer otra cosa

Me da miedo comprarme un gato porque me da miedo acabar como la loca de los gatos.

Colecciono desde hace años (quien dice coleccionar dice almacenar) etiquetas, pegatinas y cualquier otro tipo de objeto inútil que me recuerda algo o alguien.

Cada persona que conozco la asocio a un color y a un olor. El color puede cambiar con el tiempo, el olor no.

Me fijo en las manos y en la sonrisa de la gente, hasta el punto de ser capaz de reconocer a la gente por cualquiera de estos rasgos.

Me encanta el sonido que hace un bolígrafo al escribir deprisa

Aprieto tanto el bolígrafo al escribir que tengo un callo inhumano que me ha deformado la uña del dedo corazón de la mano derecha, pero sospecho que le da personalidad a mis cortes de mangas

Me gustan los idiomas y me encantaría aprender italiano y árabe

Sé leer al revés

Soy una tímida reconvertida, como los zurdos a los que se les obliga a escribir con la derecha.

De pequeña quería ser zurda, llevar gafas y cuando jugábamos a Heidi, me pedía a Clara

Siempre fui una niña muy rara, y lo sabía

Escribo con relativa frecuencia desde hace años, pero dudo que alguna vez se lo enseñe a alguien

Me encantaría saber escribir bien y escribir una buena novela

Sería inmensamente feliz si dedicase el resto de mi existencia a hacer fotos

A veces me planteo hablar un día entero sólo con onomatopeyas, a ver qué pasa

Soy entropía

Tengo la teoría de que nunca puedo estar bien en todos los aspectos de mi vida al mismo tiempo. Y aún sabiéndolo, he aprendido a ser feliz con ello

Me cuesta horrores decir que lo siento, lo que siento o cómo lo siento

Si sonrío de verdad, los ojos se me hacen pequeñitos y lo veo todo a través de las pestañas

Tengo una línea de lunares que va desde el extremo del ojo izquierdo hasta la mandíbula

No suelen gustarme las pelis de miedo, pero disimulo

Sólo me muerdo la uña del pulgar izquierdo.

Conforme pasa el tiempo, me vuelvo más supersticiosa y más maniática, pero nadie parece darse cuenta

Me gustaría ser capaz de componer una canción

Me encantan los abrazos, aunque me retuerza de cosquillas

Tengo tendencia a ser el paño de lágrimas de todo el mundo

Nunca he vivido cerca del mar, pero pienso hacerlo algún día

Me gusta tanto Madrid como me agobia

No me gustan ni los pimientos ni el bacalao, pero si me invitas nunca diré nada. NUNCA

Se me pegan los acentos con una facilidad pasmosa
No tengo fotogenia, y hasta que me fui de erasmus rara vez salía en una foto

No me gustaba la cerveza antes de Aachen

A veces pienso y sueño en alemán. A veces, no me entiendo

Odio que me llamen Ire, se me hace tan raro que casi nunca contesto

Me pierde mirar el fuego. Literalmente

A veces me planteo que lo mío puede ir a peor y acabar chalada perdida

Me da tanto miedo acabar la carrera como pavor no ser capaz de terminarla

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