levantarse por la mañana y sentirte una cucaracha. pero de las chungas chungas. empezar a pensar que lo bueno que tiene es que asegura tu supervivencia en caso de ataque
nucelar. Te cortas el pelo, y te plantas los vaqueros ajustados. y sales a la calle, a pisar fuerte, a comerte el mundo. en realidad no tienes hambre, pero sales como si llevases meses de inanición. quizás es verdad pero no lo sabes.
sales y lo riegas todo en cerveza y vino. y lo riegas todo con un montón de
música y mucho teatro.
sales
1 comentario:
¡Caray! Pero eso no es sentirse cucaracha, yo prefiero pensar que eso sentirse héroe. Se me hace muy difícil ver a las cucarachas en esa pose de optimismo y vitalidad, para mí son sinónimo de asco.
(Y levantarse así, como tú narras, para nada es asco)
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